lunes, 14 de abril de 2025

Saúl

Saúl fue el primer rey de Israel.

Elegido por Dios, pero rechazado después por su desobediencia, celos y desequilibrio emocional, especialmente contra David.

Saúl simboliza la caída del hombre que no domina su interior. El estoicismo enseña que quien no controla sus pasiones, será destruido por ellas. Saúl permitió que el miedo, la envidia y la ira guiaran su trono. Según Epicteto: “El verdadero poder es gobernarse a uno mismo.” Y Saúl nunca lo hizo.

En vez de cultivar la sabiduría y la templanza, se dejó arrastrar por impulsos destructivos, arruinando su reino y su alma.

Saúl enseña que no basta con ser elegido o tener autoridad externa. Si no hay dominio interior, toda posición se convierte en ruina. El estoico reina sobre sí mismo, aun cuando el mundo se le caiga encima.





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