domingo, 26 de enero de 2025

San Juan, el “Discípulo Amado”

San Juan, el “discípulo amado” de Jesús, destaca entre los apóstoles por no haber sufrido martirio, según la tradición. Fue uno de los primeros en seguir a Jesús junto con su hermano Santiago y recibió el sobrenombre de “hijo del trueno” por su fervor.

Tras la resurrección de Cristo, Juan se dedicó a predicar el Evangelio en Asia Menor, especialmente en Éfeso, donde lideró a la comunidad cristiana. Durante las persecuciones del emperador Domiciano, fue exiliado a la isla de Patmos, donde, según se cree, recibió las visiones del Apocalipsis. A pesar de haber sido sometido a pruebas como ser sumergido en aceite hirviendo, milagrosamente sobrevivió y fue enviado al exilio. Regresó posteriormente a Éfeso, donde vivió hasta una edad avanzada, falleciendo de causas naturales alrededor del año 100 d.C., convirtiéndose en el único apóstol que no murió como mártir.

Su legado espiritual incluye el Evangelio de Juan, las Epístolas y el Apocalipsis, marcados por su mensaje constante de amor y fidelidad a Cristo. Incluso en su vejez, según la tradición, exhortaba a los fieles con una sencilla frase: “Amémonos los unos a los otros”.

San Juan es representado con un águila, símbolo de la profundidad de sus escritos, y es venerado como patrono de teólogos y escritores. Su festividad se celebra el 27 de diciembre, recordando a quien dedicó su vida entera a proclamar el amor y la luz de Cristo.

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