Poncio Pilato, fue un gobernador romano que autorizó la crucifixión de Jesús, a pesar de declarar que no hallaba culpa en él.
Pilato representa la renuncia a la virtud por conveniencia política.
El estoico sabe que la justicia no se negocia, aunque cueste la vida.
Epicteto afirmaba: “Haz lo correcto. El resto no depende de ti.”
Pilato, en cambio, se lavó las manos, buscando neutralidad en medio de la injusticia. No actuó con coraje, ni con justicia, sino con miedo al juicio humano.
Desde el estoicismo, Pilato no fue fuerte ni sabio: fue esclavo del poder, la imagen y la presión externa. Prefirió la paz del cargo a la paz del alma.
Pilato nos enseña que no actuar también es una elección. Que la omisión puede ser tan destructiva como la acción injusta. En tiempos de presión, el estoico no se lava las manos: sostiene la verdad, aunque tiemble.
+ Poncio Pilato después de Jesús
Mientras ocurría la Resurrección de Cristo, Poncio Pilato ya no tenía control directo sobre los acontecimientos, pero su papel seguía pesando. La Escritura no relata qué hizo él después de entregar a Jesús, pero la tradición y la historia aportan algunos indicios.
Después de autorizar la ejecución de Jesús y entregar su cuerpo a José de Arimatea (Mc 15,44-45), Pilato se retira del relato bíblico. No vuelve a aparecer en los Evangelios tras el entierro.
Ya durante la crucifixión, Pilato estaba inquieto .Su esposa le había advertido:
“No te metas con ese justo, porque he sufrido mucho hoy en sueños por Él.” (Mt 27,19)
Cuando supo que Jesús ya había muerto tan pronto, se sorprendió (Mc 15,44). Esto indica que algo lo perturbaba.
Según Mateo 28,11–15, los soldados romanos fueron directamente a informar a los sumos sacerdotes, no a Pilato. Esto implica que Pilato fue dejado fuera del encubrimiento, posiblemente porque no les convenía que supiera lo ocurrido. Temían que Pilato creyera y cambiara su postura.
La historia y la tradición se dividen sobre el destino de Pilato:
- Algunos relatos antiguos dicen que se arrepintió y reconoció a Jesús como justo, pero no lo defendió por debilidad política.
- En la Iglesia copta (Egipto), Pilato y su esposa son considerados santos, por haber colaborado sin querer en el plan divino.
Otras tradiciones lo presentan como atormentado, exiliado o incluso suicida, por haber condenado a un inocente.
Es muy probable, según la lógica humana y la narrativa bíblica, que Pilato no haya dormido en paz esa noche.
Su intento de “lavarse las manos” no limpió su alma.
Presenció una injusticia divina… y sabía que Jesús no era un hombre común.
+ “ECCE HOMO” («HE AQUÍ AL HOMBRE.»)
Estas palabras fueron pronunciadas por Poncio Pilato cuando presentó a Jesús al pueblo tras ser azotado y coronado de espinas (Juan 19:5).
En el contexto del Viernes Santo, esta frase encierra el sufrimiento, la humillación y la dignidad silenciosa de Cristo antes de ser crucificado.
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