viernes, 21 de marzo de 2025

San Jerónimo vs Ulrico Zuinglio

(SAN JERÓNIMO DEFENSOR DE LA VIRGINIDAD DE MARÍA, UNO DE LOS PADRES DE LA IGLESIA Y TRADUCTOR DE LA BIBLIA VULGATA)

SAN JERÓNIMO: La Escritura y la Tradición confirman la virginidad perpetua de María. Desde los primeros siglos, la Iglesia ha proclamado que ella permaneció virgen antes, durante y después del nacimiento de Cristo.


ULRICO ZUINGLIO (reformador suizo, contemporáneo de Lutero y Calvino, quien rechaza la virginidad de la virgen Maria) : María fue una mujer bendecida, pero la Biblia nunca dice que permaneció virgen después del nacimiento de Jesús. Mateo 1:25 menciona que José “no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito”, lo que implica que después tuvieron una vida conyugal normal.


SAN JERÓNIMO: Esa interpretación es errónea. En hebreo y griego, la expresión “hasta que” (heos hou) no implica necesariamente un cambio posterior. Solo indica que José respetó su virginidad antes del nacimiento de Cristo.


ULRICO ZUINGLIO: Pero la Escritura también menciona a los “hermanos de Jesús” (Marcos 6:3). Si María permaneció virgen, ¿cómo explicas que Jesús tenía hermanos?


SAN JERÓNIMO: En la cultura semítica, “hermanos” puede referirse a primos o familiares cercanos. En hebreo no existía una palabra específica para “primo”, y en la Biblia se usa “hermanos” con un sentido amplio.


ULRICO ZUINGLIO: Sin embargo, el Nuevo Testamento fue escrito en griego, y allí sí existía una palabra específica para primo (anepsios). Si los autores quisieron referirse a primos, ¿por qué no la usaron?


SAN JERÓNIMO: Porque los evangelistas escribieron con una mentalidad judía. Además, en la cruz, Jesús entrega a María a Juan como madre (Juan 19:26-27). Si hubiera tenido hermanos de sangre, eso habría sido innecesario.


ULRICO ZUINGLIO: Pero ese pasaje solo muestra que Jesús confiaba en Juan, no que María no tuviera más hijos. La enseñanza de la virginidad perpetua es una tradición tardía que no tiene base en la Escritura.


SAN JERÓNIMO: No es tardía. Desde los primeros siglos, los cristianos han defendido la virginidad de María. Incluso los reformadores como Lutero y Calvino creían en ello. Negarlo es rechazar la enseñanza histórica de la Iglesia.


ULRICO ZUINGLIO: Lo que importa es la autoridad de la Escritura. La fe no depende de tradiciones humanas, sino de la verdad revelada en la Palabra de Dios. María fue una mujer piadosa, pero no debemos atribuirle títulos que la Biblia no respalda.


SAN JERÓNIMO: María fue elegida para un papel único en la historia de la salvación. Su virginidad es un signo de su consagración total a Dios. No entenderlo es reducir su papel a lo meramente biológico, cuando su misión fue mucho más grande.


ULRICO ZUINGLIO: La grandeza de María está en su fe, no en su estado físico. Fue bienaventurada porque creyó en la promesa de Dios, no porque permaneció virgen después del parto.


SAN JERÓNIMO: Y sin embargo, esa fe la llevó a una entrega total. Su virginidad es un reflejo de su santidad y su papel excepcional en la historia de la redención.






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